15 de Abril de 2020

Hoy, había estado caminando al supermercado (no tuve suficiente mantequilla) cuando oí una canción por primera vez en muchos años. De verdad, creo que la última vez que la escuché fue cuando tenía siete años. Al principio, no la me reconocí de inmediato, pero pausé ir de compras e intenté recordar la melodía. Eventualmente, después de casi veinte minutos, reconocí que siempre escuchaba esta canción cuando era una niña durante mis viajes anuales con mi familia. Fue la sensación más peculiar porque afectuosamente me acordé de cantar en el coche hasta mi padre nos dijo callarnos. De parar en la estación para comer bocadillos asquerosos – siempre atún – y de perder los juegos de mesa por horas mientras mi abuelo cocinaba en la cocina. En ese supermercado, recuerdo sentirme una sensación profunda de anhelo por algo que no puedo tener nunca más.

Es extraño pensar que si yo hubiera ido a salir un poco más tarde, no habría habido oído la canción en absoluto. Cosas importantes son tan dependientes en las decisiones más pequeñas. Pues, supongo no siempre. A veces, es afuera de nuestros manos. Iba a regresar a España el mes pasado, y habría ido si no hubiera estado en cuarentena. Sé que es tan importante y que no es una opción, pero me gustaría haber ido. La vida es extraña en esa manera. Nunca podremos saber lo que pudiera haber sucedido. Si fuera a caminar al supermercado otra vez esta tarde, podría ser atropellado por un coche. Es un cliche, pero lo más importante es apreciar lo que tenemos ahora. Cuando pienso sobre mi infancia, tengo este sentido claro de melancolía y soledad. Fue un tiempo de felicidad intensa con mi familia, y nunca puedo hacerlo otra vez. Extraño mi familia y especialmente a Cosmo. Él era de carácter dulce y modesto, y siempre él me hacía ríer. Me siento horriblemente culpable cuando imagino lo que él debe haber sentido en esos momentos finales mientras yo estaba aquí, a medio mundo. No yo había estado pasando tan mucho tiempo con él… Estaba ocupada. Parece tonto ahora.  

Ahora tengo muchos recuerdos de mi infancia en la cabeza y me hace sentir triste. Es peor porque estoy atrapada en esta casa y recientemente he tenido mucho tiempo para considerar mis sentimientos. Solo es nostalgia por el pasado porque cosas eran tan simples. A pesar de esto, me he estado reflexionando, y he decidido que volveré a España permanentemente para pasar tiempo con lo más importante: mi familia. Y todo a causa de una canción irrelevante – ni siquiera puedo recordar el nombre.

Hasta pronto. Quiero llamar a mi madre.